La modalidad no es nueva, ni 100% efectiva, pero el uso de palomas para ingresar materiales prohibidos a las cárceles se sigue practicando. Este lunes, personal carcelario divisó al ave que estaba entre los pastos, y notaron que tenía una resistencia y batería de celular atadas a una de sus patas. El pájaro venía en vuelo rasante y no pudo pasar por encima de los muros, y quedó aleteando en el suelo, lo que llamó la atención a de guardias.
Una fuente del Servicio Penitenciario comentó: “Acá hay palomas por todos lados, las agarran de pichoncitas, las crían en las celdas, luego las familias las sacan afuera y por costumbre la paloma vuelve a la celda que conoce, entonces aprovechan y le ponen cosas, no sabemos si el sistema anduvo, pero lo intentan”, pero “en el caso de la paloma que encontraron el lunes, estaba demasiado cargada pobre, entonces quedó en tierra”.
“Tengamos en cuenta que se trata de palomas comunes, no de mensajeras, con lo cual el éxito del transporte no está asegurado ni mucho menos”, explicaron.