Una suboficial de la Policía de Santa Fe y su pareja -guardia de seguridad privada- fueron imputados ayer por haber prestado dinero de manera informal a tasa usuraria a un joven al que luego secuestraron, amenazaron y golpearon junto con presuntos integrantes de la banda de Los Monos ante atrasos en los pagos.
Se trata de Yasmila Nahil Arredondo (28 años), quien prestaba servicios en la comisaría 26ª de Villa Gobernador Gálvez y actualmente estaba con carpeta médica, y Damián Ezequiel Sosa (22), quienes fueron detenidos en la puerta de la casa de la víctima con dos manoplas con nudillos en punta, un bastón extensible, gas pimienta y un cuchillo táctico.
El año pasado, la suboficial le prestó 300 mil pesos al empleado de una carnicería de Villa Gobernador Gálvez donde la agente hacía adicionales. Según denunció la víctima, habían acordado que devolvería 350 mil pesos en varios desembolsos.
Luego de haber recibido el crédito informal, Arredondo le informó que la deuda había ascendido a 900 mil pesos, y si no pagaba la iba a “pasar mal”. Después de una especie de negociación, el número de la deuda quedó en 600 mil pesos.
El miércoles pasado, un hombre y una mujer que se desplazaban en un Renault Clio abordaron al joven en la puerta de un banco, le dijeron que venían de parte de la policía que le había prestado plata y le pidieron que se meta en el auto, donde el acompañante sacó una pistola, le indicó que ahora debía 4 millones de pesos y añadió que en caso de no cancelar el total de la deuda, ellos, “que eran de Los Monos”, iban a matarlo a él o a alguno de sus familiares. Allí, les entregó 200 mil pesos, y le avisaron que al día siguiente lo iban a buscar por su casa y lo iban a acompañar hasta bancos y mutuales, donde iba a tener que conseguir la plata para completar los desembolsos.
El jueves Arredondo, su novio y otros dos sospechosos fueron hasta la casa del deudor, le dieron un golpe en el rostro y lo obligaron a subir a un auto. Al joven, mientras lo tenían retenido contra su voluntad, le sacaron el celular y extrajeron datos de sus familiares, que fueron anotados en una libreta que estaba en el domicilio de la suboficial.
Con la información de las dos denuncias, el fiscal Caterina ordenó un operativo a la Agencia de Control Policial en inmediaciones del domicilio de la víctima, donde finalmente fueron detenidos Arredondo y Sosa con un bastón extensible, dos manoplas, un gas pimienta, un cuchillo táctico, papeles tipo cheques firmados por la víctima al realizar pagos y la libreta que contenía los datos de familiares del joven.