Un 4% de los conductores profesionales sometidos a controles de alcoholemia el año pasado en rutas nacionales y provinciales que atraviesan el territorio santafesino dieron positivo, a pesar de que es obligatorio para ellos circular sin alcohol en sangre según lo establece la ley nacional de tránsito.
Los datos surgieron de la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) que no incluyen procedimientos dentro de los ejidos urbanos.
El cuanto a los choferes profesionales que pasaron por los puestos preventivos, dieron positivos de alcoholemia 367 sobre 9.200, es decir el cuatro por ciento. Un cuarto de quienes habían consumido alcohol y fueron detectados estaban en tránsito en el Gran Rosario, que representa el área con mayor incidencia (92 positivos) después de la región de San Cristóbal (que tuvo cien), de acuerdo a las estadísticas elaboradas por la Dirección de Coordinación Interjurisdiccional de la APSV. Los lugares con menor índice de positividad fueron las zonas de San Javier y Reconquista.
La mayoría de los conductores que se encontraban en infracción por presencia de alcohol en sangre eran camioneros (338), seguidos de taxistas y remiseros (24). Todas las pruebas practicadas a choferes de colectivos y minibuses dieron negativo, mientras que hubo otros vehículos manejados por profesionales en situación de irregularidad, como por ejemplo casas rodantes.