En un juicio abreviado, el ex jefe de la comisaría 10ª Gerardo Malpassi se hizo responsable de delitos que van del abuso de autoridad, privación ilegal de la libertad y falsedad ideológica y fue condenado a tres años de prisión efectiva. Malpassi había sido detenido en septiembre de 2021 junto a otros cinco uniformados que fueron acusados de participar de acuerdos espurios con los herederos del narco asesinado Emanuel “Ema Pimpi” Sandoval en perjuicio de otros grupos delictivos.
El acusado quedó a la cabeza de un grupo de policías que, según los fiscales, recibió dinero de un grupo que pagó para que vincularan con evidencia falsa a dos miembros de una banda rival.
Los presuntos delitos de los uniformados quedaron al descubierto cuando dos chicas se presentaron en fiscalía relatando que habían sido forzadas por los policías a realizar una denuncia falsa sobre algunas balaceras, que habían dejado tras las rejas a integrantes de una supuesta banda enfrentada con Los Pimpi. La causa tuvo luego un giro de 180 grados cuando las testigos admitieron haber señalado a esas dos personas por una promesa de dinero y drogas por parte de la banda de la familia de “Ema Pimpi”, asesinado en octubre de 2019.