Dos efectivos de la policía de Santa Fe oriundos de San Javier montaron un negocio de venta de drogas en la mencionada localidad. Matías Germán Hernández, uno de los policías acusados prestaba servicios en Rosario, mientras que su “socio”, identificado como Javier Orlando Nardoni, se desempeñaba como suboficial en la ciudad de Santa Fe. Ambos fueron indagados acusados de integrar una red de vendedores barriales en San Javier y que se nutrían de cocaína provista por un “transa” de la ciudad de Santa Fe. En total hubo ocho detenidos que quedaron a disposición del juez federal de Reconquista Aldo Alurralde.
La investigación del fiscal Salum llegó hasta un lavadero de autos en la ciudad de Santa Fe, negocio que funcionaba como pantalla para una pequeña cocina de cocaína o centro de estiramiento de dicha sustancia. Al allanar el lugar los investigadores se toparon con una casa rodante o motorhome que era utilizado como laboratorio para estirar cocaína. En septiembre de 2021 el fiscal Salum y su gente comenzaron a trabajar sobre denuncias que advertían sobre el accionar de un par de vendedores de droga barriales en la pequeña San Javier. Rápidamente en el radar surgieron dos policías como “los dueños” del negocio. El fiscal solicitó la intervención de los teléfonos de los implicados y comenzaron tareas de seguimiento haciendo foco en los uniformados. Según la pesquisa Nardoni y Hernández transportaban la droga en sus autos particulares desde el lavadero en Santa Fe hasta San Javier.
El juez federal Alurralde dio luz verde a la realización de 19 allanamientos (13 allanamientos en San Javier, cinco en la capital provincial y uno en Rosario). En San Javier fueron detenidos Nardoni, Hernández, Cabanqui, Daniel Hugo D., Cristian Germán B. y Walter Omar Q.; mientras que en Santa Fe fueron capturados Rafael Alejandro S. y Brisa Ayelén S..
En el lavadero de calle Cassanello secuestraron 2,4 kilogramos de cocaína en ladrillos compactos. Uno de los ladrillos tenía la estampa de un delfín y la otra de un león. Vale recordar que un kilo de cocaína de máxima pureza se puede multiplicar por 3 o por 4 en el proceso de estiramiento.