El repudiable episodio que trascendió ayer, ocurrió el viernes pasado cerca de las 6.30 de la mañana cuando los bomberos voluntarios de Villa Gobernador Gálvez fueron convocados con un llamado de emergencia denunciando un incendio.
Pero cuando llegaron a la zona indicada descubrieron que no había ningún siniestro, pero por protocolo, realizaron un recorrido por el barrio. En ese momento, la autobomba recibió el impacto de una piedra que provocó la rotura de los cristales.
El bombero que viajaba del lado de la ventanilla rota padeció la lluvia de vidrios aunque afortunadamente solo recibió algunos raspones. Un móvil del Comando Radioeléctrico intervino con una recorrida pero no hubo identificación de los autores del hecho.