Desde el primer minuto de este miércoles comenzó a regir un paro de colectivos de 48 horas tras fracasar la audiencia entre la Unión Tranviarios Automotor (UTA), el gobierno nacional y la Federación Argentina de Transportadores por Automotor (Fatap).
La medida de fuerza implica el cese de circulación de colectivos urbanos e interurbanos y de media distancia hasta 200 kilómetros. No obstante, se mantienen las prestaciones de larga distancia.
Los colectiveros reclaman un aumento del 35 por ciento de sus salarios, que los equipare a las remuneraciones de los choferes de Buenos Aires, pero desde la Fatap entienden que sin más subsidios nacionales, será muy dificil, si no imposible, cumplir el pedido.
“Entendemos que hay una sola solución, que se junten los gobernadores con el gobierno nacional, ¿si arreglaron en el Amba, por qué no lo pueden arreglar en el interior?”, señaló el secretario general de la UTA, Roberto Fernández, quien aseguró que el diálogo sigue abierto, pero que la huelga sigue firme también.