Ayer, por tercer día consecutivo, se produjo en el Aeropuerto Internacional de Rosario otra amenaza telefónica de bomba. En una aeroestación en pleno funcionamiento producto del receso invernal, en esta última oportunidad estuvo en riesgo la llegada de un avión sanitario que traía un órgano para ser trasplantado de urgencia.
La tercera amenaza se produjo en la tarde de ayer cuando la Policía de Seguridad Aeroportuaria inició el protocolo para desalojar el edificio, y luego se comprobó que era otra falsa alarma. Pero esta situación afectó, entre otros, un vuelo que traía un hígado para trasplantar a un niño de 6 años, y tras algunas demoras, la aeronave logró aterrizar.
Las tres amenazas de bomba se concretaron el viernes, sábado y domingo, y la concreción de los protocolos coincidieron con el inicio del receso invernal tanto en Santa Fe como en otras 15 provincias del país, con un aeropuerto repleto de pasajeros arribando y llegando a la aeroestación.