Durante la mañana de hoy un grupo de delincuentes robó un Chevrolet Sonic que estaba estacionado, tras lo cual comenzó su huida a gran velocidad. En una curva, el conductor perdió el control del vehículo, que terminó semi volcado e incrustado contra el frente de una casa a pocas cuadras del lugar del delito, no sin antes arrancar de cuajo dos árboles de la vereda.
Además del auto, la peor parte de la llevaron los integrantes del domicilio contra el que el bólido terminó incrustado: “Fue como una explosión que nos hizo saltar de la cama”, comentó uno de sus moradores. “Había tierra, humo, fuego, chispas”, agregó, escenario que aprovecharon los delincuentes para escapar corriendo de la escena.
Minutos después apareció la verdadera dueña del vehículo siniestrado, quien reconoció que lo dejó en la calle “durmiendo” durante la noche en la calle, donde corrió la peor de las suertes.