Para resguardar las placas y ornamentos de bronce que aún no han sido sustraídas de la Plaza San Martín, el Municipio tomó la dura decisión de retirarlas del espacio público para resguardarlas dentro del Museo Municipal, tal como sucede en otras ciudades de la provincia y del país.
En los últimos tiempos el robo de piezas de bronce y otros metales con algún valor de reventa se volvió una desagradable costumbre que atenta no sólo contra el patrimonio de la ciudad sino también contra su historia misma.
El objetivo de este particular medida es evitar que los malvivientes sigan destruyendo y robándose el patrimonio histórico de la ciudad, hasta que se ataque el problema de fondo que es la compra y venta ilegal de estos metales.