Este año no quedará en la historia solo por el impacto del Covid-19, sino también por una de las bajantes históricas más prolongadas del río Paraná, consecuencia de las escasas precipitaciones. Este panorama de crisis hídrica pone en alerta a las autoridades de gobierno, ya que hace que se multipliquen los esfuerzos para no tener inconvenientes en las tomas de agua, y que el suministro de agua potable siga garantizándose a la población.
En este contexto, más de 20 organizaciones santafesinas alertaron sobre la necesidad del cuidado del agua frente a las condiciones adversas que ponen en riesgo el suministro. Piden que los gobiernos hagan campañas de concientización sobre el uso del recurso, en vistas al verano. El, ingeniero Francisco Latosinski, miembro de la ONG Trama Tierra advirtió: “Por la bajante están comprometidas no solo las obras de toma de Assa como también la Cooperativa de Rincón, la toma de Desvío Arijón para Sauce Viejo. No sé si se agravarán si los niveles del agua se mantienen, el tema es que el pronóstico de lluvias en la Cuenca Alta no es favorable”.
El especialista alertó: “Vemos con preocupación que la escasez de agua se acentúe con la llegada del verano y con el turismo que este año será más interno que internacional, y Santa Fe es una zona turística que recibirá mucha gente. Además, el tema del llenado de las piletas tanto en quintas como en plena ciudad puede ser un problema. Las averiguaciones que pudimos hacer sobre la venta y construcción de piletas aumentó de forma considerable”. “Nos parece llamativo que a nivel gubernamental, en todos los órdenes, no se haga una campaña fuerte del cuidado del agua. Debería estar a la par de la campaña del Covid”, indicó el ingeniero.
Gentileza El Litoral