A través del decreto 330/2020, firmado por el gobernador Omar Perotti y el ministro de Salud, Carlos Parola, el gobierno de la provincia resolvió “declarar de interés general y uso temporario el inmueble” del Instituto Privado de Cardiología Sagrada Familia, de la ciudad de Santa Fe, que cerró sus puertas en enero pasado tras presentarse en concurso de acreedores. Con la medida, el sistema de salud santafesino sumó 42 camas a la atención de personas infectadas con COVID-19 (Coronavirus).
La novedad fue confirmada por el secretario de Trabajo de la provincia, Juan Manuel Pusineri, quien adelantó que “existirá una compensación” a cargo de la Casa Gris, ya que “hasta el último centavo que ponga la provincia será destinado al pago de deudas salariales” contraídas por la empresa privada con su personal, situación que originó el conflicto.
En ese sentido, el funcionario precisó que, durante el tiempo que dure el acuerdo, el establecimiento será utilizado por el Ministerio de Salud. “Es un uso temporal durante el tiempo que dure la emergencia, una vez que termine se restituye al titular. No hay una expropiación en el sentido que el Estado se quede con la propiedad de la clínica”, aclaró.
Finalmente, respecto a los trabajadores que cumplían tareas en el Instituto, Pusineri indicó que la cartera sanitaria hará un relevamiento de todos y “se los incorporará a la dotación de personal que se necesite en la emergencia a través de las distintas figuras contractuales” que tiene el Estado.