Mientras algunos pueblos se organizaron para peticionar al gobierno provincial la flexibilización de las restricciones que pesan sobre el comercio, la industria y las actividades profesionales, luego del anuncio de la extensión de la cuarentena obligatoria, otros determinaron hacerlo sin la correspondiente autorización del estado santafesino. Tal es el caso de las comunas de María Juana y San Vicente (departamento Castellanos), que este lunes anunciaron una vuelta a la actividad según criterios evaluados en sus respectivos comités de crisis. Sin embargo, horas más tarde dieron vuelta atrás con la medida.
Con un esquema que detallaba horarios, medidas de seguridad y modalidades de atención para cada rubro, ambas comunas difundieron este lunes a través de las redes sociales la reactivación de toda la actividad comercial, incluyendo sectores no comprendidos en la resolución del gobierno nacional, como ventas de electrodomésticos, tiendas, zapaterías, perfumerías, imprentas y rubros de cuidado personal. Sin embargo, antes de finalizar el día debieron dar marcha atrás con la medida, aduciendo desde las dos administraciones “errores de interpretación” de las normas legales.
“Debido a un error de interpretación de las normas legales, se deja sin efecto la disposición emitida este lunes, donde se habilita a funcionar a comercios y rubros no comprendidos en el decreto nacional. Quedamos a la espera que el comité de crisis departamental gestione su aprobación ante el gobierno provincial”, indica el comunicado publicado por la comuna de María Juana. Por su parte, el presidente comunal de San Vicente, Gonzalo Aira declaró: “Tuvimos la mejor intención para con aquellos que están más complicados con la cuestión económica y nos equivocamos. Por supuesto que vamos a ser coherentes con lo que se dictaminó desde la Nación”.
Gentileza La Capital