El gobernador Miguel Lifschitz, junto al ministro de Infraestructura y Transporte, José Garibay, y el senador provincial Hugo Rasetto, inauguraron este miércoles la repavimentación de un tramo de la ruta provincial 91, que va entre Totoras y Cañada de Gómez. Los trabajos realizados, que requirieron de una inversión superior a los 700 millones de pesos, fueron a lo largo del trazado de 35 kilómetros e incluyó la construcción de banquinas, sumideros y desagües para paliar los problemas que existen con lluvias copiosas, pantalla de hormigón entre sumidero y defensa, señalización vertical y horizontal.
“Las rutas son probablemente las obras de mayor inversión que hace un gobierno. Es la producción y el trabajo de los santafesinos el que transita por esta ruta. Son las arterias de un sistema económico y productivo, y por eso decidimos priorizar este tipo de inversiones, sabiendo que son para hoy y para las próximas décadas”, resaltó Lifschitz durante el corte de cintas.
Puente Blanco
Más tarde, el mandatario inauguró la reparación del Puente Blanco en la localidad de Correa, que cruza el arroyo Cañada de Gómez. La obra, que demandó una inversión de 9.300.000 pesos, es atravesada por un camino natural con tránsito peatonal y vehicular liviano, con una única trocha. Allí se ejecutaron trabajos de protección de pilotes existentes con hormigón armado, se construyeron nuevas lozas de aproximación de 22 metros en total, terraplenes de acceso, guarda rail y señalización horizontal y vertical.
En ese marco, Lifschitz remarcó que la obra, al igual la habilitación de la ruta provincial 91, “materializan el plan de infraestructura que hemos puesto en marcha en estos cuatro años, donde se invirtieron unos 10 mil millones de pesos en más de 1300 obras”. Y cerró: “Muchos de los proyectos son grandes, y tienen que ver con una visión global de la provincia, como rutas, escuelas, hospitales y acueductos, pero muchos otros son pequeños y tienen que ver con resolver problemas puntuales y concretos de barrios o pueblos”.