Los contratistas de los tramos 4 y 5 del acueducto Desvío Arijón-Rafaela solicitaron una reunión con los ministerios de Economía e Infraestructura y Transporte de la provincia para solucionar un conjunto de problemas administrativos, técnicos y financieros. En caso de no llegar a un acuerdo, podrían verse obligados a paralizar las obras y suspender al personal que trabaja en los distintos frentes abiertos.
Cabe destacar que el problema presentado afecta sólo a dos de los cinco tramos que comprende la obra, que están a cargo de tres grupos empresarios diferentes. En este caso, los planteos provienen del grupo encargado del tramo geográficamente ubicado entre San Mariano y Rafaela, que incluye el tendido de caños y las obras de vinculación a las cisternas que se están construyendo en San Mariano, Angélica y Rafaela.
En primer lugar, plantean que los caños importados para el acueducto están pagando ahora un impuesto que no estaba previsto en el momento en que se realizó el llamado a licitación y la firma de contratos, lo mismo sucede con otros insumos. Otro problema es la modificación de la traza que recorre el acueducto por cuestiones técnicas, que también le provocan mayores costos a la empresa.
Sin embargo, el aspecto más preocupante es el del cobro de las certificaciones de avances de obra. En el caso de los tramos 4 y 5 del acueducto, habría un atraso en la aprobación de las certificaciones por parte de la provincia, que deriva en el atraso en los pagos. El problema no es económico, sino vinculado a ciertas especificaciones técnicas no mencionadas en el informe.