El Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) realizó una denuncia ante el Ministerio de Educación de Santa Fe por el despido de un profesor de la Escuela de la Familia Agrícola Colonias Unidas Nº 8248 de Totoras, establecimiento educativo rural, de nivel secundario y modalidad de alternancia. Según Daniel Mangold, el docente separado, y Gustavo Monduzzi, secretario de la seccional Rosario del gremio, la decisión del colegio formaría parte de una “persecución ideológica y militante”.
Dicho establecimiento es de gestión privada, pero con sueldos pagados por la provincia. La carta de despido está firmada por el representante legal de la entidad propietaria de la Escuela de la Familia Agrícola Colonias Unidas.
En diálogo con LA REGIÓN, Mangold explicó que forma parte de Vecinos Autoconvocados por la Vida Totoras, una organización que lucha contra las fumigaciones ilegales y por la sanción de normas que tengan en cuenta la salud de las personas a la hora de aplicar agrotóxicos. En ese contexto, entiende que su despido se produjo “porque yo trabajo desde una propuesta agroecológica y todo lo que tiene que ver con esa cuestión siempre fue muy denostado, porque en la institución escolar se proyecta desde una visión hegemónica relacionada con el agronegocio y la agroindustria”.
Y detalló: “Desde mi catedra (Producción Animal) he presentado diferentes propuestas para que los chicos vean algo distinto, pero han sido rechazadas; no les interesa la agroecología. Incluso, en algunas ocasiones he entrado a la escuela y me he topado con fumigadores”. En ese sentido, recordó que años anteriores hubo intentos para despedir a otros profesores, pero que este es el primer caso que se concreta. Ahora, resta conocer la determinación que tomará la cartera educativa santafesina ante el planteo gremial.
Polémica en el Concejo
Entre sus señalamientos, Mangold también mencionó que en la ciudad existe un lobby de productores que presionó para que los integrantes del Concejo Municipal de Totoras votaran una ordenanza que “perjudica la salud de los vecinos y no contempla los 500 metros fijados por la Justicia” para fumigar cerca de unidades habitacionales e instituciones escolares.
“Presentamos un amparo contra la Municipalidad por los casos de fumigaciones, y la Justicia nos dio la razón: no se puede fumigar a menos de 500 metros. Y los ediles hicieron una ordenanza que, en cierta medida, contemplaba eso. Pero luego dieron marcha atrás por la presión de productores, del lobby sojero”. Y concluyó: “Por eso ahora vamos a realizar acciones legales por incumplimiento de funciones públicas, porque están yendo en contra de lo que dictaminó la Justicia”.
A contramano
Este jueves, en su última sesión, el Concejo Municipal de Totoras realizó polémicos cambios a la ordenanza que regula la aplicación de fitosanitarios. La nueva norma establece la prohibición de 100 metros para fumigaciones en zonas urbanas, clubes y escuelas rurales, y un límite de 500 metros en torno a las denominadas áreas protegidas que, según señalaron desde Vecinos Autoconvocados por la Vida, la norma no establece cuáles son.