“No voy a arrodillarme a la presión patotera de algunos sindicalistas. Tampoco asumí en la Intendencia para que gobiernen los apretadores”. Con esta frase, el intendente Mariano Cominelli ratificó posición luego de que este jueves recrudeciera el conflicto entre el Sindicato de Trabajadores Municipales (SITRAM) y la Municipalidad de Fray Luis Beltrán, con el diálogo roto en el conflicto por el despido de siete trabajadores de planta permanente.
Protagonista de un momento de tensión y fuertemente enfrentado a Jesús Monzón, referente de la CGT San Lorenzo, Cominelli cuestionó el proceder de sindicalistas cuando ingresaron a dependencias del municipio. “Tomaron el hall de mesa de entradas y el sector de cajas y tributo. Y hasta llegaron a tirar caca de perro y tierra. Tuvimos que soportar insultos y agravios. Obviamente, el vecino no se quiere acercar en este clima de hostilidad”, señaló.
“La huelga es un derecho y lo respeto. Pero no comparto ni respeto ni tolero que impidan el derecho al trabajo a la mayoría de los empleados municipales. Más del 80 por ciento de los trabajadores quiere desarrollar tareas y no comparte la medida”, planteó Cominelli, en relación a la no prestación de servicios de personal del corralón municipal y del sector de administración.
Vía judicial
Cerrada la instancia en el Ministerio de Trabajo de Santa Fe, el mandatario sugirió que el conflicto se dirima por vía judicial. “Cuando no hay acuerdo entre las partes, no queda otra opción que recurrir a la Justicia. Sin perjuicio de recurrir al derecho de huelga, que se puede ejercer libremente. Lo que no tienen es derecho a paralizar el resto del municipio, impidiendo trabajar a la mayoría de los trabajadores que no está de acuerdo con la medida”, concluyó.