Tres semanas atrás Jorgelina sufrió el robo de su moto que había dejado estacionada en la puerta de su casa de Laguna Paiva y no realizó la denuncia en la comisaría local. Sin ilusiones de encontrarla el caro tomó un giro inesperado cuando el fin de semana pasado, mientras chequeaba su cuenta de Facebook, una foto despertó su curiosidad ya que estaba casi segura que la Guerrero Trip de 110 c.c. azul que se ofrecía en un grupo de “compra y venta” de la red social era la suya.
La joven de 21 años se contactó con el vendedor anónimo, acordaron una cifra y pactaron el encuentro, que se iba a concretar el sábado por la tarde en una casa del barrio Villa Canario. Pero en esta ocasión, la damnificada pasó antes por la Comisaría de Distrito 13° de su pueblo donde radicó la denuncia, y con los datos aportados se montó un operativo de tipo “controlado”. Al llegar frente a una vivienda de Saavedra al 1500, la denunciante vio que efectivamente la moto que estaba en la vereda era la suya.
Acto seguido tocó a la puerta y fue recibida por una mujer de unos 30 años, con la que supuestamente había hecho el negocio. Pero la negociación no avanzó más de ahí, ya que los uniformados que estaban en las inmediaciones interrumpieron la charla y comenzaron a indagar acerca del origen, presuntamente ilegal, del motovehículo. La dueña de casa no dudó en decir que se la había comprado a una chica de Nelson, y aportó el nombre. Acto seguido los investigadores comunicaron el hallazgo y las novedades al fiscal de turno, Leandro Lazzarini, quien dispuso seguir la pista y ubicar a la otra mujer.
Así fue que una comisión policial recorrió los 12 km que separan ambas localidades, por la ruta provincial N° 4 con dirección al oeste, y llegó hasta la casa de la segunda implicada, que fue llevada a la comisaría, donde le informaron las circunstancias en las que era requerida. En tanto, la moto quedó secuestrada y se abrió una investigación por los delitos de “hurto” y “encubrimiento”.