Casi un año después que la planta de SanCor ubicada en la localidad de Centeno cerrara sus puertas -lo que provocó que alrededor de 40 trabajadores se vean obligados a aceptar traslados o retiros voluntarios- llegó el anuncio de reapertura. La responsable del “milagro” es la fábrica de quesos La Tarantela.
Oriunda de la ciudad bonaerense de Navarro, la firma decidió hacerse cargo de la planta mediante una operación que rondó los 50 millones de pesos, permitiendo que muchos trabajadores puedan reintegrarse. “La idea es consolidarnos como pyme. Vamos a empezar preparando queso dambo, muzzarella en barra y provoletas, que es para lo que la planta estaba preparada”, contó el gerente de la empresa, Leonardo Lardieri.
Por su parte, el presidente comunal Juan Gufi, quien en muchas ocasiones se puso al frente del reclamo de los trabajadores, anunció que “se elaboraron los primeros 4.500 kilos de queso para la nueva firma y así se consumó el anhelo de que los trabajadores y la empresa estén nuevamente en actividad”.