La Cámara Penal de Apelaciones de la ciudad de Vera revocó el fallo absolutorio del juez de sentencia de primera instancia, Nicolás Muse Chemes, y condenó a 8 años de prisión a Francisco Sosa por el delito de abusos sexuales reiterados a su nieta, “aprovechándose de una situación de convivencia preexistente en un número indeterminado de veces”. El caso tuvo su origen en la localidad de Villa Guillermina. Es la segunda ocasión en la cual el tribunal da vuelta un fallo del cuestionado juez.
El escalofriante relato de la menor abusada y un cúmulo de pruebas reunidas fueron clave para que los magistrados Carlos Renna, Mario Balestieri y Sebastián Creus entendieran que el fallo era incorrecto. A juicio de la Cámara, Muse Chemes “le ha restado valor, frente a la desfloración de su órgano genital y hallazgo enzímatico de fosfatasa ácida prostática en vagina y ano, al informe del equipo de salud a cargo de la licenciada en psicología María Catalini”.
Para los integrantes del tribunal, todas las pruebas fueron de “real contundencia” y rompieron el criterio de Muse Chemes, quien sostuvo que “estos delitos suceden en el ámbito privado donde difícilmente puede ser probado por testigos”, en base a lo cual decidió la absolución de Sosa por el beneficio de la duda, “inexistente por cierto frente a la prueba cargosa”.
Prostitución infantil
El caso toma relevancia luego de la escandalosa absolución a promotores de prostitución infantil, fallo que también fue revertido por la Cámara tras una apelación, y por el reiterado reclamo de funcionarios del Ministerio de Justicia y legisladores provinciales, quienes analizan desde hace tiempo la posibilidad de pedir el juicio político al juez de sentencia de la ciudad de Vera.