El Concejo Municipal de Venado Tuerto aprobó en la sesión de ayer, y con votación dividida, el pedido de la empresa Corven para ampliar sus instalaciones en tierras que estaban incluidas en el Área Recreativa Norte, a cambio de la donación de 6,5 hectáreas dentro de este mismo predio y el aporte de tres millones de pesos para obras de desagüe en barrio Juan XXIII. El socialista Fabián Vernetti y la referente de Nuevo Horizonte, Liliana Rostom, votaron por la negativa.
En ese marco, el edil Carlos Díaz Vélez, quien brindó su voto positivo, señaló: “Teniendo en cuenta la importancia del proyecto, las inversiones que se van a realizar y la incorporación de nuevas fuentes laborales para Venado Tuerto, nos vimos ante la necesidad de dar curso a este tipo de emprendimiento, sacrificando un sector del Área Recreativa Norte, pero manteniendo ciertas referencias que son inamovibles, como es la cota 108,5”.
Si bien reconoció que se aprobó otra excepción a la planificación de la ciudad, justificó que es “para que (el emprendimiento) se realice en Venado Tuerto y que no nos pase como en otras oportunidades, como el caso de Lear, que por distintas razones se terminaron yendo a otra localidad”.
Un dato significativo es que el proyecto quedará condicionado a que la Secretaría de Medio Ambiente provincial emita los certificados de impacto ambiental e hídrico. “Si la empresa no logra estos dictámenes, no podrá poner en funcionamiento esta planta, debiéndose adecuar a las normativas provinciales que exceden al municipio. Esto genera tranquilidad tanto para los funcionarios como para los vecinos”, enfatizó el radical.