Una joven de 19 años denunció que el pasado domingo su expareja, un agente policial que presta servicios en una Comisaría de Rosario, intentó abusarla sexualmente luego de que ella se niegue a mantener relaciones él y de por concluido el vínculo sentimental. El suceso tuvo lugar en una vivienda de la ciudad de San Javier en la madrugada del domingo 1 de octubre pasadas las 5 de la madrugada en momentos en que la victima regresaba de un boliche bailable de aquella localidad costera.
El muchacho terminó siendo imputado por la fiscal del caso, Rosana Marcolín, quien le atribuyó la “tentativa de abuso con acceso carnal”. Por su parte, el último viernes, el juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), ordenó la prisión preventiva sin plazos al existir un claro riesgo procesal: el de entorpecimiento probatorio.
El violento episodio tuvo su inicio en un boliche de San Javier cuando el imputado, identificado como Bruno Francisco P. (23), comenzó a perseguir a la joven con la cual había culminado, hacía dos semanas, una relación conflictiva.
La persecución y el hostigamiento del agente policial -que por ese entonces se encontraba de franco- generó que la propia víctima se tenga que esconder y resguardar en el baño del local bailable. Cuando la joven regresó a su casa, el victimario se encontraba en el patio delantero esperándola. Allí, tras una discusión de por medio, la victima lo invitó a pasar al interior de la propiedad -donde residía con su familia- para que no se escuchen los gritos.
Seguidamente, en el dormitorio de la víctima, el imputado comenzó a atacar a la joven. El dramático momento culminó, cuando en medio de gritos de la joven y llantos desgarradores de su hijo, el padre, su hermano y el cuñado de la víctima la socorrieron. Pero la situación no concluyó allí, ya que el sujeto se dirigió hacia una habitación donde se encontraba su ex, luego de la intervención de sus familiares, y con total impunidad le propinó un cabezazo en el rostro.