Esta mañana una mujer se presentó en la Municipalidad de Casilda y pidió hablar con el intendente Juan José Sarasola, pero ante la falta de respuesta positiva sacó una navaja de su cartera y amenazó a los presentes. Pasado el momento de tensión la mujer se retiró, y más tarde se supo que estaba reclamando por una deuda que el municipio le exige desde la gestión anterior.
Hubo un llamado al 911 y los efectivos policiales estuvieron tomando declaración a los empleados del lugar, aunque las autoridades locales aseguraron que no interpondrán ningún tipo de denuncia. La que le puso paños fríos al asunto fue la subsecretaria Legal y Técnica, Patricia Ferraretto, quien en comunicación con una radio local dijo: “Queremos transmitir calma y tranquilidad, lo tomamos con un hecho desafortunado. Quisimos explicarle que todo tipo de reclamo lo vamos a canalizar de la mejor manera”.
La persona que exhibió el arma blanca se comunicó con dicho medio, asumió la culpa pero no quiso identificarse. En ese contexto argumentó que quería el número de teléfono del Intendente, Juan José Sarasola, quien no se encontraba en el recinto por estar participando de otro programa. El reclamo que la sacó de quicio estaba referido a una deuda que se le exige desde la gestión anterior por una obra de pavimentación que, en principio, iba a ser absorbida por el municipio.