Tras el reclamo de los empleados del Sanatorio Abel Beroiz de Venado Tuerto, el concejal Pedro Bustos se sumó al pedido y solicitó la intervención del gobernador Miguel Lifschitz para evitar el anunciado cierre del nosocomio. “Cuarenta y nueve familias quedarían sin su fuente de trabajo y también se vería afectado el sistema de salud, ya que cuenta con quirófanos, guardias, terapia intensiva, sala general y consultorios de especialidades”, enfatizó.
“Se necesita una decisión política para evitar la caída del sanatorio; decisión que las autoridades nos manifestaron, pero que se tiene que traducir en acciones”, agregó, y detalló que “el problema sanatorial en la región es grave, ya que la atención médica está colapsada en la ciudad. A eso hay que agregar que Venado Tuerto recibe pacientes de otros lugares”
Y remató: “La crisis se está acentuando y continuará así si no logramos mejoras sustanciales en la atención, donde los que se ven afectados son los ciudadanos. Sólo se va a lograr un cambio con un trabajo conjunto y con el compromiso de cada uno de los que formamos parte del sistema”.
