Luego de que los trabajadores de la empresa Bravo Energy, ubicada en el acceso norte a San Lorenzo, no llegaran a un acuerdo con los titulares de la firma ante el Ministerio de Trabajo de la provincia, el secretario general del Sindicato del Petróleo, Gas y Biocombustible, Rubén Pérez, resignó la posibilidad de que los empleados conformen una cooperativa de trabajo. “Nosotros somos trabajadores y no empresarios; tenemos un proyecto en la vida de ser obreros y no pensamos como patrones”, indicó.
De esta manera, estancadas las negociaciones, la posición del gremio sigue inflexible en torno al futuro de los 35 empleados de la planta de transformación de residuos. “Pedimos la reapertura de la fábrica junto con el pago de sueldos atrasados y, eventualmente, el abono de indemnizaciones”, ratificó el sindicalista, luego de rechazar la propuesta de los empresarios: pagar un 50 por ciento de la indemnización que corresponde a los trabajadores en ocho cuotas, con el depósito de la primera dentro de dos meses.
“En estas condiciones es muy complicado que la fábrica abra, pues es mucho el dinero que se debe, no solo a sus obreros, sino también al sindicato (por cuota sindical), al Estado nacional (por cargas sociales y obra social), al local (impuestos impagos) y hasta a proveedores. La deuda es millonaria, pero tampoco la patronal propuso alguna alternativa como revertir esta situación”, afirmó al portal SL24 uno de los delegados gremiales tras el encuentro.

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