La ola amarilla se sintió fuerte en la mayoría de la Argentina, obteniendo triunfos resonantes, que incluyó Rosario. A la vez, al cierre de esta edición, se seguían contando votos en las provincias de Santa Fe y Buenos Aires. En el distrito bonaerense, Cambiemos y Cristina no conseguían imponerse ni por una uña de diferencia.
Cambiemos logró un triunfo histórico para el no peronismo en elecciones de mitad de mandato. Se alzó con la victoria en ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza, Corrientes, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, Neuquén, San Luis y Santa Cruz. Al cierre de esta edición, el macrismo le llevaba sólo un punto de diferencia al Frente Justicialista.
Se dijo y se escribió muchas veces que una victoria oficialista, de producirse, no sería por las bondades de la economía, pero sí de la política, de la necesidad de acompañar el cambio iniciado en 2015 por el gobierno de Mauricio Macri. Pese a los pronósticos de victoria kirchnerista en provincia de Buenos Aires por amplio margen, y luego de Cambiemos, a las 3.22 de la madrugada estaban en un virtual empate, con los votos kirchneristas que traían las calientes zonas del conurbano.
En Santa Fe, las primarias de ayer dejaron instalado al candidato ganador menos conocido de la historia electoral: Albor Cantard. El dirigente santafesino -delfín político de José Corral- se convirtió en el más votado a diputado nacional. Con él, Cambiemos arañaba el 30% de los votos, dejando en segundo lugar al Frente Justicialista, apenas 1 punto atrás. Fue mucho menor a lo pensada la diferencia a favor del macrismo.
Un muy mal tercer lugar le correspondió al Frente Progresista que, a partir de ahora, tiene que observar con mucha preocupación el futuro, teniendo en cuenta que conduce el gobierno de la provincia de Santa Fe.
Cantard ganó las elecciones de la mano de un sello político que goza hoy del aval mayoritario nacional, que supo revalidar la acción oficialista nacional en una provincia que tras los comicios de ayer quedó como un experimento político a cielo abierto.
A la vez que el kirchnerismo se desfleca en casi todo el país, en la provincia de Santa Fe, Agustín Rossi ganó por amplísimo margen la interna contra Alejandra Rodenas, promovida por una amplia constelación de senadores, intendentes, presidentes de comuna y sindicatos que reportan al no kirchnerismo. En octubre próximo, la lista del Frente Justicialista local será conducida por el ex ministro de Defensa de Cristina Kirchner.
La suma de Rossi + Rodenas le permitió al colectivo peronista de la provincia de Santa Fe superar en votos al oficialismo provincial, que vivió una de las peores jornadas electorales que se recuerden. Contigiani no pudo en toda la campaña imponer un mensaje de reivindicación de los beneficios de la gestión y cayó en las telarañas de un discurso anti-gobierno, idéntico a la verbalizada por kirchneristas, peronistas varios y diversificadas agrupaciones de izquierda. Cayeron en la trampa de “la grieta”.
Anoche en Casa Rosada un funcionario nacional celebró “el tercer puesto del socialismo” y atribuyó ese resultado a que “hicieron todo mal”. Según esta fuente con despacho en Planta Baja de Balcarce 50, “la pelea con Macri los hizo caer en una mala estrategia, no hacía falta”.
Por debajo de la tríada Cambiemos-Frente Justicialista-Frente Progresista quedó una constelación de fuerzas que obtuvo resultados módicos. Jorge Boasso cumplió una performance que lo dejó lejos del podio pero que no fue negativa si se tiene en cuenta el derrotero que le cupo al concejal rosarino desde que lo marginaron de la lista de Cambiemos. Más abajo estuvieron Amalia Granata, Diego Giuliano y Carlos Del Frade.
A concejal de Rosario, el macrismo se llevó un contundente triunfo, producto de las sumatorias de López Molina y Anita Martínez. El rubio representante del macrismo será, seguramente, el candidato a intendente de Rosario en 2019. Similar futuro le espera a Roberto Sukerman, quien no tuvo problemas para ganar su compulsa interna en el Frente Justicialista. Cambiemos y el peronismo dejaron en tercer lugar al Frente Progresista, de muy magra performance.
Mucho y rápido deberá hacer desde ahora Pablo Javkin para volver a mantener competitivo al oficialismo en octubre. Los resultados de ayer encendieron las alarmas en el socialismo y las fuerzas aliadas. Todo tipo de especulaciones se hicieron puertas adentro. El rosarino pasó una factura grande, como en las Paso a intendente de 2015, castigando al oficialismo por la inseguridad, más que por otra cosa.
Mauricio Maronna
