Tal como se anunció a principios del mes pasado, a partir de hoy, el gobierno de la provincia es quien administra la autopista Rosario-Santa Fe. Tras la salida de ARSSA -último concesionario del corredor- la semana pasada se produjo el traspaso de todo el personal a la nueva gestión: un fideicomiso administrado por el Banco Municipal de Rosario, quien se ocupará de pagar los sueldos, del mantenimiento general de dicha vía y de garantizar los servicios. En tanto que la administración que encabeza Miguel Lifschitz financiará todas las obras.
Así, el fideicomiso permitirá seguir percibiendo el cobro de peajes con el mismo precio y mantener las fuentes de trabajo, pero no tendrá la libertad de fijar tarifa, aunque podrá solicitar un incremento ante el gobierno.
En ese marco, el administrador de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV), Pablo Seghezzo, aseguró que “ya estamos repavimentando la autopista desde el kilómetro 20 hasta la altura de Maciel. Después de las PASO vamos a abrir los sobres de licitación para pavimentar del kilómetro 140 hasta el 100. Y sobre fin de año vamos a licitar la tercera etapa”.
Asimismo, el funcionario explicó que se estudian nuevas formas de pago, control automático de peso y cartelería dinámica. “En un año vamos a notar una diferencia sustancial, porque también estamos renegociando los contratos con los paradores que hoy existen. El gobernador quiere que esta sea la mejor autopista del país y tenemos dos años para lograrlo”, dijo.
