El próximo 30 de junio vencerá el plazo del contrato provisorio que el gobierno de la provincia celebró con la firma ARSSA, después de acordar la rescisión definitiva y finalización de la concesión de la autopista Rosario-Santa Fe. Dicho contrato -pactado por seis meses- serviría hasta tanto la Casa Gris pudiera avanzar con una nueva licitación para volver a dejar en manos privadas la administración del corredor.
Ante la fecha cierta del vencimiento, ARSSA advirtió por escrito al gobierno que en diez días se retirará de la concesión, en virtud del cumplimiento del plazo citado. En ese marco, ayer se conoció que la administración que conduce Miguel Lifschitz, ante la falta de certezas sobre cuál terminará siendo el futuro del corredor, le solicitó a la empresa que se quedara a cargo de la concesión con todo su equipamiento y recursos, por treinta días más.
Mientras tanto, fuentes cercanas a la negociación indicaron que la empresa responderá a ese pedido formalmente esta semana, aunque anticiparon que podría aceptar quedarse por un mes, con la condición de que dicha prórroga sea “por única vez”.
