Un productor describió a la localidad de Coronel Charlone, en el partido de General Villegas, Buenos Aires, como un “pueblo fantasma” por la tristeza de sus habitantes y la paralización del comercio tras el cierre de varios tambos, la pérdida de cosechas y el éxodo de trabajadores rurales, que deambulan desorientados en busca de trabajo.
Charlone, de 1.500 habitantes, es una de las 10 localidades del distrito de General Villegas que padece inundaciones desde hace 15 meses a raíz de intensas lluvias y el ingreso de agua proveniente de Córdoba, lo que ocasionó que cerca de 500.000 hectáreas, de las 725.000 que posee el partido, estén afectadas por el agua.
Marcos Mangas, dueño del tambo San Valentín, contó a Télam que “el 1° de mayo mi tambo cumplió 10 años y no hubo festejo en el lugar, lo festejamos a 150 kilómetros de Charlone, en la localidad cordobesa de Villa Huidobro, donde debí alquilar un campo para evacuar las más de 150 vacas de ordeñe, y así salvar el tambo, ya que el campo donde estaba quedó bajo el agua”.
El tambero explicó que el emprendimiento es un tambo familiar que perteneció a su abuelo y que cerró con las inundaciones del año 2000, luego que el agua no dejara en pie “ni casa ni alambrados”, logrando junto a su padre y hermanos hacerlo resurgir en el 2007, cuando comenzó a producir con apenas 15 vacas.
“Hasta el año pasado sacábamos 3.000 litros diarios, luego el agua complicó el ingreso de camiones para retirar la producción, por lo que una vez que conseguí un campo en Villa Huidobro, el 6 de abril último, al amanecer se organizó la evacuación, que tuvo que ser arriando las vacas por el agua durante 15 kilómetros”, recordó con angustia Mangas, quien en territorio cordobés logró reactivar la producción láctea.
El hombre destacó que Coronel Charlone integraba, junto a las localidades de Bunge y Santa Regina, la cuenca lechera del partido, pero hoy “en Santa Regina no hay más tambos y en Charlone y Bunge son muchísimos los que han cerrado o han tenido que evacuar sus vacas”.
En Charlone, además, está una de las plantas de la cooperativa láctea SanCor que, en el marco de la crisis que atraviesa, paralizó la producción y dio un régimen de virtuales vacaciones a sus 60 empleados, a quienes abona sólo el 75 por ciento de sus sueldo, hasta tanto se resuelva qué pasará con la firma.
“El agua nos cambió la vida; ningún habitante de Charlone va a olvidar nunca lo que estamos pasando, todos tuvimos el agua a la rodilla, es una pesadilla que nadie imaginó”, remarcó el entrevistado.
Fuente: Telam
