“La laguna está subiendo un centímetro y medio por día: si nadie hace algo, en un mes rebalsa de manera natural hacia Buenos Aires. Y eso si no llueve mucho; si hay una lluvia grande, ni hablar”. La sentencia corresponde al presidente del Comité de Cuenca de laguna La Picasa, Juan Carlos Duhalde.
En ese marco, informó que “a la gente de Junín ya le avisamos para que manden un técnico o un ingeniero, porque para ellos va a ser un desastre”. Mientras tanto, en territorio santafesino, preocupa la situación en los distritos de Diego de Alvear, Aarón Castellanos y San Gregorio, donde la lluvia de esta madrugada volvió a subir el espejo de agua y anegó caminos.
Mientras tanto, según publica hoy el diario El Informe, vecinos autoconvocados de esa zona continúan reuniéndose mientras agitan la posibilidad de denunciar penalmente a los responsables de no permitir que el curso de agua siga hacia la laguna El Chañar, Mar Chiquita y de allí al río Salado.
Del otro lado, el gobierno de la provincia de Buenos Aires pidió a intendentes de los distritos inundados del noroeste que consensúen un plan de obras para alivianar la situación hídrica de la región, en un tenso encuentro en el que se buscó una solución a la crisis hídrica y se presentaron planes a largo plazo.
