El edificio a oscuras. Con esa imagen se encontró la noche del martes Daniel Testi cuando acudió a la Subcomisaría 20° de la localidad de Arroyo Leyes para denunciar un robo en su quinta. “Estaba todo apagado, incluso el jardín de ingreso, y la camioneta estacionada en la puerta”, contó Testi, quien tras superar la sorpresa decidió registrar la situación en video para denunciarla de manera pública. Lo que halló minutos después, al abrirse la puerta, le causó tanto enojo como estupor: lo atendió el comisario, Rafael Barría, vestido de civil y con señales de estar durmiendo.
“Al ver la camioneta en la puerta le reproché que no haya acudido a mi llamado; me respondió que estaba solo y que no podía patrullar para no dejar la comisaría, algo que no es diferente a tenerla cerrada, durmiendo”, relató Testi a medios capitalinos.
Fue a las tres y media de la mañana, una hora después de que los vecinos le avisaran que dos hombres estaban forzando la puerta de su casa quinta, en ese momento vacía. En ese contexto, el damnificado aseguró que, antes de acercarse a la seccional, hizo tres llamados para contar lo que sucedía.
Actuación administrativa
Fuentes policiales y de la comuna de Arroyo Leyes, distante 17 kilómetros de la ciudad capital, coincidieron en que su plantel es de 3 a 4 oficiales por turno, y que la falta de policías de anoche se debió a una situación particular. “Tenemos oficiales de licencia y quien ayer debía quedarse a la noche se descompuso, y el comisario se quedó después de su jornada para que no quedara vacía; fue algo circunstancial”, expresaron fuentes de la repartición.
De todos modos, el jefe de la Unidad Regional I, el comisario Luis Siboldi, confirmó que se abrió una actuación administrativa para poder esclarecer lo sucedido.
