Las últimas precipitaciones que cayeron sobre Venado Tuerto llevaron a que la laguna Las Aguadas llegue nuevamente a su cota límite, con riesgo de desborde, hecho que pone en situación de alerta a barrios de la ciudad como Juan XXIII y San Vicente. Según informó el subsecretario local de Obras Públicas, Pablo Rada, la situación estaría controlada y desde el municipio se estableció un control permanente para evitar que esta realidad se agrave.
“La laguna está en la cota límite, así que estamos repasando todo el sistema, tanto de ingreso como de salida, que por el momento está equilibrado, aunque debemos controlarlo, porque cualquier lluvia podría generar problemas”, expresó el funcionario, aunque se mostró optimista porque “se pronostican diez días sin lluvias, o de poca intensidad, tiempo suficiente para que la laguna se siga descomprimiendo”.
De todos modos, señaló que las medidas que pueden ser tomadas se irán evaluando en función de cómo evolucionen las lagunas del área urbana y el clima. Por el momento, indicó Rada, “seguiremos con el bombeo controlado en barrio Santa Rosa para descomprimir y, a su vez, monitorear Juan XXIII y Santa Rosa para evitar inconvenientes”.
Efecto ida y vuelta
“Con la laguna Las Aguadas tenemos otro problema, que es que cuando El Empalme está lleno, como sucede ahora, empieza a haber un retroceso, volviendo el agua hacia el basural. Ese efecto de ida y vuelta es lo que se está viviendo”, dijo, y resaltó: “El objetivo es que la cota esté en baja, porque si no es así, vamos a tener que solicitar a la provincia que nos ayude con trabajos en la zona del camino a San Eduardo, donde se colocaron tubos. Pero si el agua que pasa es abundante, termina afectando la salida de Venado Tuerto”.
