En el marco del último aniversario del 24 de marzo, el ministro de Justicia y Derechos Humanos de Santa Fe, Ricardo Silberstein, anunció que se consiguió la donación del predio La Calamita, que funcionó como centro de detención durante la última dictadura militar. En ese marco, desde el grupo de vecinos Documenta Baigorria se mostraron optimistas con la noticia, aunque reconocieron que lo ideal hubiera sido la expropiación del lugar.
“El predio estaba en manos privadas, la diputada Alicia Gutiérrez presentó en numerosas ocasiones un proyecto para expropiar el lugar, fue aprobado por ambas cámaras y promulgado por el Ejecutivo, pero paso el tiempo y la ley se cayó. Ahora se logró fue una donación, aunque la expropiación hubiese sido importante para sentar un precedente”, indicó a REGIÓN Carlos Montini, integrante de la organización.
De ahora en más, el objetivo de los vecinos será lograr que el sitio se transforme en un lugar de memoria, para lo cual será necesario que “se reubique a las doce familias que viven en el lugar y se arregle la casona, porque existe el peligro de derrumbe”.
“Queremos que se cumpla con la ley de Sitios de Memoria para que en el espacio se desarrollen las actividades pertinentes. Además, restan trabajos por realizar por parte de Antropología Forense de la provincia”, indicó Lucía Montini, también integrante de Documenta Baigorria, quien remarcó la labor del grupo: “Siempre entendimos que era muy importante que la población sepa que en ese lugar se detuvieron personas durante la última dictadura; trabajamos para recuperar la memoria y hacerla viva”.