Un joven de 18 años, hijo de un policía, es detenido en un colectivo con cuatro kilos de droga. Una mujer lleva en el pañal de su bebé una gran cantidad de bochas con cocaína. Un traficante paraguayo lleva en el doble fondo de su camioneta 203 kilos de marihuana. Dos narcos son arrestados en el puerto de Reconquista con 30 kilos de cannabis provenientes de Corrientes.
Así podría definirse el panorama en el norte provincial, donde el narcotráfico es moneda corriente y donde un juzgado federal, el de Reconquista, debe atender un gran cúmulo de causas que ingresan de manera diaria sobre hechos que tienen lugar en suelo santafesino.
Así lo graficó su titular, Aldo Alurralde, quien en diálogo con el diario Uno de Santa Fe sostuvo que el 99,9 por ciento de causas que llegan a la Justicia son por narcotráfico. Si bien los juzgados federales son multifuero -Civil, Comercial y Penal- la mayor concentración de expedientes que se inician tienen al estupefaciente como eje central.
“Esto es el juego del gato y el ratón. A veces se intenta por un lado, a veces por otro”, opinó el magistrado en relación a cómo ingresa la droga a la provincia. “Por todos los medios imaginables e inimaginables, que se le pueda ocurrir a una persona, se traslada el material estupefaciente”, aseguró.
Mujeres, el blanco directo
Pese a que el tráfico de drogas puede darse de múltiples maneras -por tierra, por aire y agua-, desde el juzgado federal notan que en los últimos años se incrementó el número de causas que tienen a mujeres como las principales ‘mulas’. Las mismas llevan en su estómago o en su vagina una serie de cápsulas con cocaína dentro.
“En general se elige a las mujeres porque tienen un tránsito intestinal mucho más lento que el hombre”, indicó Alurralde, y detalló: “Existe toda una preparación previa. No consumen alimentos en todo el viaje. Tragan el líquido y luego se deben mover lo menos posible”.
Una red infinita
Si en el mercado legal, la oferta y la demanda marcan el rol de un comercio, en el narcotráfico nada cambia. “Nosotros hemos tenido escuchas donde surge que una persona que vende droga se queja porque llegó otra y le desmadró el mercado porque le hizo bajar el precio de la droga”, recordó Alurralde. “Esto pasa porque hay mucha droga”, remarcó. De todas maneras, para el magistrado el mundo del narcotráfico se caracteriza por funcionar, en muchas oportunidades, de manera cooperativa.
“Estas redes no van en forma piramidal, es más, entre ellos hay solidaridad, se prestan estupefacientes cuando uno se queda sin droga para la venta”, subrayó el juez, y resaltó que entre la zona norte de Reconquista y Chaco no existe un monopolio de la venta de estupefacientes. “Son organizaciones que funcionan como un cáncer: uno corta de un lado y surge del otro”, remachó.
